En poco más de un mes, el Kremlin hará un ensayo y se desconectará de internet.
Dos expertos analizan la medida adoptada por Putin en medio de tensiones con otros países.
La desconexión temporal de Rusia a internet, que le permitirá medir la capacidad de funcionamiento aislado de sus redes, muestra que el país se anticipa a un escenario bélico que comprende al ciberespacio como nuevo terreno de conflicto, según explican especialistas en ciberdefensa y ciberseguridad.
El desenganche de la "Rutnet" del resto de internet sucederá antes del próximo 1° de abril, como una acción que busca "garantizar el funcionamiento confiable del segmento ruso de la Red Global" en "casos de fallas en la infraestructura de internet fuera de Rusia", señala el proyecto de ley aprobado el martes pasado por la Duma (la Cámara Baja del Parlamento).
Fernando Corvalán, especialista en soporte e infraestructura de redes y comunicaciones, considera que para Rusia esa acción “es un simulacro a gran escala que va a medir el grado de madurez de los protocolos de gestión de las redes de comunicaciones rusas para funcionar de forma aislada en un posible escenario bélico en el ciberespacio”.
Según el excoordinador técnico del Comité Conjunto de Ciberdefensa del Ministerio de Defensa de la Nación, la iniciativa tiene “un objetivo geopolítico de medir su capacidad de funcionamiento aislado, pensando en un escenario de tensión con Estados Unidos que pudiera afectar su vinculación con internet parcial o totalmente”.
“Para poder dimensionar esta situación, debemos comprender que el ciberespacio, donde funciona internet, militarmente se suele considerar como un nuevo espacio de conflicto”, coincidió Oscar Niss, exdirector general de Ciberdefensa de la Nación.
La llamada ciberguerra se da "en la misma internet en la que usted lee su correo electrónico, usa redes sociales, hace operaciones bancarias o ve TV por streaming, o su empresa hace operaciones de comercio electrónico", destacó, y explicó que participan tanto Fuerzas Armadas estatales como hacktivistas, ciberterroristas y ciberdelincuentes.
Ambos especialistas coinciden en que los grandes países, en función de sus decisiones y tensiones geopolíticas, están modificando sus infraestructuras críticas y su forma de relacionarse con internet para evitar, o al menos minimizar, el impacto en las actividades de sus ciudadanos, empresas y gobiernos.
"No sólo Rusia. También lo hace China (podemos citar el sistema de geoposicionamiento Beidou, o el gran firewall chino de internet) y Corea del Norte, aunque en otra escala", agregó Niss.
Los rusos “no están improvisando”, dijo Corvalán, y destacó que la desconexión “es sólo un módulo más que se prueba de una serie de servicios interconectados”.
Desafíos
Rusia tiene una industria de software avanzada, que en 2018 "exportó tanto como la industria agropecuaria", comparó, y enumeró una serie de desarrollos y medidas gubernamentales –como la apuesta por el sistema de geoposicionamiento satelital Glonass (similar al GPS) o la decisión de abandonar el uso de sistemas operativos y suites ofimáticas americanas por sistemas propios– como partes de un camino "hacia la soberanía tecnológica".
De todas maneras, la desconexión de la red global prevista encierra una serie de desafíos.
“Si consideramos a internet como una red global conformada por la interconexión de redes estatales, corporativas y privadas de todo el mundo, es imposible decir que luego de una desvinculación a nivel internacional todo va a funcionar, ya que muchos de los servicios basados en lo que se denomina ‘la nube’ no están alojados físicamente en el país, por lo que estarían fuera del alcance”, explicó.
“En ese sentido, habría que ponderar los servicios básicos (telefonía, bancos, Gobierno, servicios públicos), que componen lo que llamamos infraestructuras críticas, y que deben ser gestionados de manera tal que una desconexión no los afecte. Por eso el proyecto ruso lleva años”, añadió.
Qué pasaría si Argentina “se baja”
La desconexión rusa de internet no podría ser emulada en la Argentina, donde la red es “totalmente dependiente de enlaces internacionales”, afirmó el especialista en redes Fernando Corvalán.
“La migración de servicios de empresas, banca y salud a la nube y fundamentalmente del Estado sin la previsión correspondiente de un escenario de contingencia, donde los data centers están en el exterior (Amazon, Azure, etcétera), nos hace totalmente dependientes de estos enlaces internacionales”, señaló el experto.
El excoordinador del Comité Conjunto de Ciberdefensa del Ministerio de Defensa –que cuenta en su currículum haberse encargado de la ciberseguridad del casamiento de Lionel Messi en Rosario– agregó que, si el país intentara algo como lo que hará Rusia, “la gran mayoría de los servicios de contenido de internet quedarían inaccesibles por estar alojados en el exterior”.
“Además, debemos tener en cuenta la alta concentración del mercado local de comunicaciones e internet, que conlleva un considerable potencial problema”, agregó Corvalán.